Cupcakes con sabiduría

El otoño ya se instaló en nuestros hogares, y es un excelente pretexto para consentir a la familia con recetas que nos hagan sentir esta temporada.

Y qué mejor que un delicioso cupcake de chocolate, con un diseño súper original. También te los recomendamos para un regalo, o para cuando tengas visitas. Quedarán encantados con tu repostería.

Ingredientes

• 2 tazas de harina
• 2 tazas de azúcar
• ½ cuchara de bicarbonato de sodio
• 1 cucharada de sal
• ½ taza de mantequilla
• ¾ taza de agua
• 2 huevos grandes
• ¾ taza de leche
• 4 onzas de chocolate sin azúcar, derretido

Preparación

Precalienta el horno a 180 grados. Prepara tu charola para cupcakes (es de metal, recuerda ponerle bases de papel).

Vierte todos los ingredientes en un tazón y mézclalos. Utiliza la batidora durante 3 minutos.

Llena cada papelito a 2/3 de su capacidad. Hornéalos de 20 a 25 minutos. Mete un palillo en uno de ellos, si sale limpio, están listos.

Déjalos enfriar durante 10 minutos antes de sacarlos de la charola.

Decoración

Acomoda tus cupcakes en filas sobre una charola plana para que sea más fácil decorarlos.

Vas a necesitar:

Betún de chocolate, galletas oreo, chocolates m&m y cualquier dulce amarillo o rojo que encuentres en la tienda (pueden ser confitados en forma de frutas y separa los plátanos).

Separa las galletas oreo con cuidado para que de un lado quede el relleno blanco. Éstos serán los ojos de tus búhos.

Pon el betún de chocolate en una duya (puedes utilizar la punta de una bolsa de plástico) y decora  la parte superior de cada cupcake.

Antes de que se endurezca el betún, pega los ojos de cada búho. Las cejas se hacen con pedazos de galleta, recórtalos según tu gusto para darle personalidad a cada cupcake.

El centro de los ojos se hace con m&m color café, y se pega directamente al relleno de la galleta oreo.

La nariz te la dejamos a tu creatividad. Pueden ser platanitos, colmillos, o cualquier dulce de colores que te encuentres y que la forma que necesitas. Otra opción es usar los m&m de colores que te sobraron; entiérralos bien para que nada más se vea un pedazo de color.